Con una inversión de 15 millones de dólares, la empresa global Maersk puso en operación un nuevo espacio logístico en Manzanillo, Colima, como parte de su estrategia para fortalecer el manejo de contenedores fuera del recinto portuario y reducir la presión operativa en la zona.
El proyecto consiste en un depósito terrestre ubicado a varios kilómetros del puerto, diseñado para absorber parte del flujo de carga que ingresa y sale de la principal terminal marítima del país, por donde se moviliza cerca de la mitad de los contenedores que se manejan en México.
A diferencia de los patios tradicionales, esta infraestructura permite redistribuir contenedores antes y después de su paso por el puerto, lo que contribuye a disminuir tiempos de espera y congestiones en accesos y patios portuarios.
El complejo cuenta con espacios habilitados para distintos tipos de carga, incluidos contenedores refrigerados y unidades de gran tamaño, así como servicios técnicos que permiten atender reparaciones y maniobras sin necesidad de ingresar a las terminales marítimas.
De acuerdo con la compañía, el depósito busca atender de forma anticipada el crecimiento de la demanda logística previsto para los próximos años, especialmente en cadenas de suministro vinculadas al comercio, la industria tecnológica y el consumo masivo.
La inversión también apunta a fortalecer los enlaces terrestres hacia regiones industriales del interior del país, como el Bajío y el centro, donde se concentra una parte relevante del movimiento de mercancías provenientes del puerto colimense.
Con esta expansión, Maersk amplía su presencia fuera del ámbito marítimo y refuerza su apuesta por servicios logísticos integrales que abarcan almacenamiento, transporte y distribución a nivel nacional.
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