La extorsión se ha convertido en uno de los principales factores que inhiben la actividad económica en Colima y ha generado un clima de miedo en distintos sectores, donde el cierre de negocios y los ataques a restaurantes forman parte de una realidad cotidiana que impacta directamente a comerciantes y trabajadores.
Desde la iniciativa privada se advirtió que este contexto de inseguridad ha deteriorado la confianza social y empresarial, al punto de obligar a establecimientos a reducir horarios, modificar operaciones o suspender actividades ante la falta de condiciones mínimas de protección.
Empresarios señalaron que quienes generan empleo enfrentan este escenario sin esquemas de seguridad institucional, lo que incrementa la vulnerabilidad del sector productivo frente a delitos como la extorsión y otros hechos violentos.
En este marco, Eduardo Sánchez García concluyó su periodo al frente de la Confederación Patronal de la República Mexicana en Colima, tras cuatro años de gestión marcados por la escalada de violencia y los efectos económicos posteriores a la pandemia.
El dirigente saliente expresó respaldo a la estrategia nacional contra la extorsión impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum, aunque subrayó que su efectividad dependerá de la aplicación estricta de la ley y de sancionar también a los funcionarios que incurran en omisiones.
En el balance económico, advirtió que 2025 fue un año de estancamiento para la entidad, especialmente para las micro, pequeñas y medianas empresas, que enfrentan una presión fiscal creciente, agravada por el incremento al impuesto sobre la nómina.
Finalmente, Sánchez García llamó a mantener la independencia del sector empresarial frente al poder político y a preservar su papel como contrapeso. A partir del 1 de enero, la Coparmex Colima será encabezada por Elías Martínez Delgadillo, productor de Tecomán.
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