Hasta un 10 por ciento ha disminuido el turismo en Colima debido a las complicaciones en la autopista Guadalajara–Colima, y los cierres parciales han frenado la llegada de visitantes por carretera, por lo que empresarios hoteleros advirtieron que, de no atenderse el problema, la temporada de invierno podría seguir disminuyendo.
Arturo Sánchez, presidente de la Asociación de Hoteles y Moteles de Colima, señaló que la vía que conecta al estado con Jalisco es uno de los principales accesos para el turismo nacional, por lo que el tránsito lento de unidades pesadas y las obras de ampliación están provocando retrasos significativos en los traslados.
El sector hotelero ha insistido en establecer un plan de atención vial que permita agilizar la circulación hacia Manzanillo y otros destinos turísticos. Advirtieron que en los periodos de mayor afluencia, como diciembre, se registran afectaciones notorias en la llegada de visitantes, lo cual impacta en la ocupación hotelera.
Prestadores de servicios señalaron que la situación se vuelve más crítica durante la última semana del año, cuando los espectáculos y actividades atraen a miles de turistas hacia Manzanillo, por lo que solicitaron acciones urgentes que permitan garantizar el flujo vehicular sin saturación.
Sánchez destacó que el sector reconoce la importancia de las obras de infraestructura, pero pidió que se ejecuten sin frenar la movilidad regional, ya que hoteles, restaurantes y comercios dependen en gran medida del turismo carretero que proviene de entidades vecinas.
Pese al panorama, empresarios señalaron que la llegada de visitantes provenientes de Estados Unidos y Canadá se mantiene, especialmente durante los meses de invierno, una temporada que suele generar una derrama económica relevante para el sector turístico del estado.
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