Hasta un 11.9% han disminuido las aportaciones al Instituto de Pensiones de los Servidores Públicos del Estado de Colima durante 2025, según el Estado Analítico del Presupuesto de Egresos al segundo trimestre.
De los 317 millones de pesos disponibles tras el ajuste presupuestal, solo se han ejercido 136 millones hasta junio, mientras que más de 181 millones permanecen sin utilizar, lo que representa un subejercicio significativo y plantea la necesidad de priorizar pagos estratégicos.
La institución también cuenta con una reserva de 200 mil pesos en aportaciones extraordinarias, recursos que hasta ahora no han sido aplicados y que podrían destinarse a eventualidades imprevistas o necesidades emergentes.
Pese al recorte, el instituto continúa cumpliendo con sus obligaciones principales, garantizando pensiones y prestaciones para los servidores públicos, aunque el ajuste exige una gestión más estricta de los recursos disponibles.
Este panorama evidencia la dependencia del sistema de pensiones respecto a los fondos estatales y subraya la importancia de planear cuidadosamente cada desembolso para evitar retrasos en pagos futuros.
Por último, la situación actual plantea la necesidad de evaluar estrategias que fortalezcan la sostenibilidad del sistema y aseguren la distribución eficiente de los recursos durante el resto del año.
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