El proceso para integrar datos biométricos a la CURP comenzó a tomar forma en Colima, donde ya se registra a habitantes a través de huellas dactilares y lectura de iris. El avance marca el inicio de una transición que, en poco más de un año, convertirá este documento en requisito para trámites oficiales.
En esta primera etapa participan cinco municipios —Colima, Villa de Álvarez, Manzanillo, Tecomán y Cuauhtémoc— donde se instalaron equipos para la captura de datos. La ciudadanía puede acudir a sus presidencias municipales para realizar el procedimiento de manera directa.
De acuerdo con la directora del Registro Civil, Brenda Gutiérrez Vega, el resto del estado también se encuentra en fase de preparación. Las herramientas tecnológicas ya fueron distribuidas a las demarcaciones faltantes, por lo que se espera que toda la red opere de manera uniforme dentro de poco.
La recolección aún no implica la emisión inmediata del nuevo documento: por ahora sólo se almacenan los datos que formarán parte de la CURP biométrica. La implementación total está programada para 2026, cuando el identificador digital comenzará a reemplazar el formato tradicional.
La participación es voluntaria durante este periodo, aunque la normatividad establece que desde marzo de 2026 podrá solicitarse como requisito en dependencias gubernamentales. Por ello, autoridades han recomendado acudir en los próximos meses para evitar saturación una vez que el proceso sea obligatorio.
Cuando el sistema quede formalmente activo, la CURP biométrica podrá descargarse sin costo y funcionará como un registro único de identidad digital, con el que se pretende disminuir falsificaciones y fortalecer el control documental en el país.
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