La escasez de sistemas de monitoreo y la pérdida de telemetría en ríos y acuíferos complican la generación de diagnósticos confiables sobre el recurso hídrico en Colima, donde las evaluaciones dependen de registros fragmentados y mediciones parciales. Esta debilidad técnica, señaló el director de la Facultad de Ingeniería Civil, Jesús López de la Cruz, incrementa la incertidumbre y limita estrategias de manejo.
El académico advirtió que, sin datos suficientes, es difícil anticipar escenarios sobre disponibilidad y calidad del agua, especialmente en regiones con sobreexplotación de mantos subterráneos y uso intensivo para actividades urbanas y económicas. La brecha tecnológica, dijo, obliga a tomar decisiones con márgenes amplios de error.
En la entidad, la dependencia del agua superficial y del subsuelo mantiene presión constante sobre fuentes naturales que también sostienen ecosistemas locales. López de la Cruz recordó que la legislación reconoce el derecho humano al agua, pero añadió que la flora y la fauna requieren condiciones hídricas estables para conservar temperaturas y ciclos vitales.
La propuesta de una nueva Ley de Aguas Nacionales se plantea como respuesta a la escasez, los conflictos sociales y la explotación desigual del recurso. Sin embargo, el especialista indicó que su aplicación implicará retos operativos, pues exige mediciones continuas aun en zonas sin acceso o con sedimentos que deterioran los dispositivos de flujo.
Otro punto relevante es la apertura a un mercado de transferencia de concesiones, mecanismo que permitiría mover volúmenes entre regiones. López de la Cruz alertó que, sin control ambiental, estos cambios pueden alterar comunidades y reducir disponibilidad en cuencas locales, generando tensiones adicionales.
El académico reconoció que existen avances en mesas técnicas, aunque algunas discusiones aún no se reflejan en la normativa final. Consideró indispensable que la nueva ley contemple tanto necesidades humanas como ambientales, pues el equilibrio hídrico no depende únicamente del consumo doméstico.
Desde la Facultad de Ingeniería Civil, investigadores trabajan en mapas de riesgo por inundaciones, proyectos de alerta temprana en zonas conurbadas de Colima y evaluaciones de calidad del agua. López de la Cruz sostuvo que la ruta debe ser interdisciplinaria, ya que la magnitud del problema demanda ciencia aplicada, políticas públicas basadas en evidencia y prioridades a largo plazo.
You must be logged in to post a comment Login