En Colima los homicidios dolosos han disminuido en un 27.2% en lo que va del año, sin embargo, el total de 507 asesinatos registrados entre enero y octubre mantiene a la entidad en un escenario de violencia que continúa exigiendo respuestas más firmes por parte de las autoridades estatales y federales.
De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), la reducción porcentual representa un avance respecto al mismo periodo del año anterior. No obstante, el volumen de víctimas sigue siendo elevado, especialmente para un estado con población reducida, lo que evidencia que la letalidad no ha sido controlada del todo.
El comportamiento de los homicidios coloca a Colima en un punto intermedio-alto dentro del panorama nacional: lejos de los estados que superan el millar de casos, pero aún por encima de entidades con menores niveles de violencia. Esta posición refleja que, pese a la tendencia descendente, la entidad no ha logrado distanciarse del umbral crítico.
El SESNSP también destacó que siete estados concentran el 51 por ciento de los homicidios dolosos del país, lo que muestra una concentración desigual de la violencia. Aunque Colima no forma parte de ese grupo, sus cifras siguen siendo altas en relación con su tamaño territorial y poblacional.
Las más de 500 víctimas en diez meses han reactivado llamados de especialistas y organizaciones civiles para que se fortalezcan las estrategias de seguridad, se revisen las capacidades institucionales y se evalúe el impacto de los programas actuales. El reto, coinciden, es sostener la tendencia a la baja sin ignorar que la violencia sigue golpeando de manera considerable a la entidad.
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