En Colima, las madrugadas recientes han estado marcadas por incendios que han afectado viviendas, comercios, vehículos e incluso oficinas públicas. Bomberos Voluntarios del estado reportan que los incendios estructurales —aquellos que involucran casas, almacenes o bodegas— han aumentado un 30% respecto a años anteriores.
Vecinos y comerciantes expresan temor ante la posibilidad de que algunos de estos incendios sean provocados intencionalmente, con el objetivo de generar miedo o enviar mensajes a la población. Esta incertidumbre ha incrementado la sensación de inseguridad en las zonas más afectadas.
El impacto económico también es notable. Datos de COPARMEX Colima indican que uno de cada dos empresarios ha sido víctima de algún delito en los últimos tres años, y los incendios recientes intensifican la percepción de riesgo, afectando tanto la operación de los negocios como la confianza de los clientes.
Hasta el momento no se han divulgado avances sobre la investigación de los siniestros, lo que mantiene a la población y al sector empresarial en un estado de incertidumbre sobre la identificación de responsables y posibles medidas preventivas.
Mientras tanto, bomberos y equipos de seguridad continúan trabajando en la atención de emergencias y reforzando la vigilancia en las zonas vulnerables, con el objetivo de minimizar daños y prevenir nuevos incidentes.
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