El Poder Judicial de Colima recibió a 46 nuevos integrantes entre magistrados y jueces, quienes asumieron funciones en distintas áreas del sistema judicial del estado, incluyendo tribunales superiores, disciplina judicial y juzgados de primera instancia. La incorporación buscó reforzar la operación de los tribunales y garantizar la atención de los distintos sistemas: civil, familiar, mercantil, penal, laboral y especializado en adolescentes.
Los nuevos funcionarios habían sido electos por los ciudadanos en un proceso que combinó principios de paridad de género y mayoría, eligiendo a quienes ocuparían cargos en el Tribunal Superior de Justicia, el Tribunal de Disciplina Judicial y las judicaturas de primera instancia. La selección ciudadana representó un intento de acercar la justicia a la población y dar legitimidad a los nombramientos.
Especialistas señalaron que, más allá de la elección, los integrantes enfrentarían el reto de consolidar procedimientos eficientes y transparentes, así como atender las demandas de justicia rápida y accesible que la ciudadanía reclama en el estado. La coordinación entre jueces y magistrados sería clave para mantener la continuidad de los procesos y la eficacia en la impartición de justicia.
El cambio también implicó un desafío organizativo: los nuevos integrantes debieron adaptarse a sus funciones, garantizar el seguimiento de casos existentes y trabajar en conjunto para fortalecer la confianza del público en el sistema judicial.
Aunque el proceso electoral permitió que la población eligiera a sus representantes judiciales, observadores legales advirtieron que la experiencia y preparación de los candidatos sería determinante para evaluar la independencia y legitimidad del Poder Judicial de Colima en los años siguientes.
Con esta renovación, el Poder Judicial buscó consolidar su estructura, mejorar la atención a la ciudadanía y enfrentar los retos de transparencia y eficiencia que caracterizan a la justicia local.
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