Las lluvias de este fin de semana provocaron severos estragos en la zona conurbada de Colima y Villa de Álvarez, donde las inundaciones, árboles caídos y daños a la infraestructura urbana volvieron a poner en entredicho la eficacia de obras públicas recientes, como los colectores pluviales de la glorieta “De los Perritos”.
En esa intersección —donde el gobierno estatal invirtió más de 60 millones de pesos para prevenir inundaciones—, la corriente fue tan intensa que el asfalto cedió y terminó fracturado. El agua también colapsó varias calles de la capital y su zona metropolitana, generando tráfico, autos varados y la movilización de cuerpos de emergencia.
Uno de los incidentes más graves se registró en la carretera Villa de Álvarez–Comala, a la altura del CBTa No. 148, donde la caída de un árbol obstruyó ambos carriles con dirección hacia la cabecera municipal. Elementos de Protección Civil de Comala realizaron maniobras para despejar la vía.
En la colonia Bonfil, en Villa de Álvarez, se formó un socavón en plena vialidad, lo que provocó que un vehículo cayera en su interior. Aunque no hubo lesionados, el hecho evidenció la fragilidad del terreno y la insuficiencia del drenaje en zonas habitacionales.
La Dirección Estatal de Protección Civil continúa con labores de limpieza y monitoreo ante la posibilidad de nuevas precipitaciones, mientras ciudadanos cuestionan por qué las recientes inversiones no fueron suficientes para evitar otro colapso urbano.
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