El impuesto del 1% sobre las remesas enviadas desde Estados Unidos representa una amenaza para los acuerdos bilaterales entre ambos países y podría afectar directamente a miles de familias mexicanas. Esta medida, incluida en el paquete legislativo conocido como “Big beautiful bill”, fue aprobada para abrirse a debate en el Senado estadounidense y entraría en vigor a partir de enero de 2026.
Romelia Serrano, coordinadora del Movimiento Fuerza Migrante, señaló que aunque el impuesto es menor al 3.5% inicialmente propuesto, sigue contraviniendo el Tratado para Evitar la Doble Tributación entre México y Estados Unidos, poniendo en riesgo la corresponsabilidad bilateral que protege a las comunidades migrantes.
En el caso de Colima, donde residen aproximadamente 200 mil personas en Estados Unidos, las remesas equivalen al presupuesto asignado a programas clave de salud, educación, seguridad e infraestructura, por lo que el impacto económico sería significativo.
A pesar de la propuesta de la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum para reembolsar este impuesto a los afectados, expertos advierten que no soluciona las preocupaciones estructurales ni evita que se siente un precedente peligroso.
Organismos internacionales como la ONU y el Banco Mundial promueven la reducción de costos en el envío de remesas, reconocidas como un motor vital para el desarrollo económico y social, mientras que este impuesto podría fomentar el uso de canales informales que ponen en riesgo la seguridad financiera de millones de familias.
You must be logged in to post a comment Login