El Obispo de Colima, Gerardo Díaz Vázquez, afirmó que, a diferencia de otros estados del país donde sacerdotes han sido víctimas de la delincuencia, en la Diócesis de Colima no se han registrado agresiones ni amenazas contra el clérigo.
Reconoció que la violencia que se vive a nivel nacional también afecta a la Iglesia católica, no obstante, consideró que la situación en Colima no es tan grave como en otras entidades, lugares como Guanajuato, donde recientemente se han registrado asesinatos de jóvenes y clérigos, al recordar el caso del sacerdote Marcelo Pérez.
El prelado señaló que, a pesar de los casos alarmantes en otras regiones del país, la Iglesia en Colima no ha tenido que enfrentar ataques directos hacia los sacerdotes.
No obstante, Díaz Vázquez mencionó que la última agresión registrada por la iglesia fue en el municipio de Manzanillo, en contra una catequista, y que se espera esclarezca la Fiscalía General del Estado.
El Obispo resaltó que el Episcopado Mexicano promueve estrategias para fortalecer el tejido social y atacar las causas profundas de la violencia.
A pesar de las dificultades que enfrentan otras regiones del país, Díaz Vázquez destacó que en Colima, hasta ahora, no hay indicios de amenazas o ataques directos hacia los sacerdotes, lo que, según él, es un reflejo del trabajo continuo de la Iglesia en pro de la paz social.
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